Acerca de mí
Me llamo Rosina y soy una viajera por el mundo.
Creo que comparto mi apellido "por el mundo"con muchos usuarios más.
Nací en Rafaela pero soy de Eusebia. Cuando sos del interior y vivís en un pueblo muy chico, normalmente vas a depender de las ciudades más grandes a su alrededor para todo: supermercados, hospitales, escuelas. Así fue como aunque nací en Rafaela, Santa Fe, siempre digo que soy de Eusebia, y con mucha honra.
Eusebia es un pueblito de 800 habitantes, a más o menos 76 kilómetros de Rafaela. Y como en mi pueblo no había colegio secundario, tuve que mudarme a la casa de mis abuelos en Rafaela. Y después a Córdoba para estudiar, porque como todo lugar del interior, Rafaela también depende de otras ciudades más grandes.
Soy leonina con ascendente en Aries, nací el mismo día que el señor (de pie, por favor) Gustavo Cerati, y me parece un dato no menor. No creo mucho en la astrología pero admito que siempre le da en la tecla.
Fundamentalista del mate y como venga, me gustan los cambios y me aburre lo que siempre es igual. Criticar el mate te hace mostrar la hilacha, por algo el mate es personal, cada uno lo hace a su gusto y sobre gustos no hay nada escrito excepto en las heladerías.
Nací en 1993, me preocupa que mis estudiantes hayan nacido después del 2000. Me crié en una familia de 5 mujeres, mi papá falleció cuando tenía 5 meses. Creo que influyó directamente en la idea de no depender de ninguna figura masculina a la hora de viajar, a la hora de vivir.
Eusebia me enseñó a ser libre, a dejar la bici sin candado y a saludar a la gente en la calle.
No sé si explico bien la idea de "pueblo chico", pero tuve que ir a hacer el secundario en Rafaela, ciudad donde viví con mis abuelos durante cinco años. Fui al Colegio Nacional, institución que me abrió la cabeza, cajón incierto que aún no puedo cerrar. Hice mis mejores amigas ahí. Siempre que puedo vuelvo a Rafaela, una ciudad que siempre me espera. Ahora solo queda mi Abuela Mabel, que con sus 91 años me sigue dando lecciones de vida y me convida de su jardín mágico en cualquier estación. Mis abuelos me pusieron los límites que a mi mamá le costaron poner, igual la entiendo, no debe haber sido fácil criar a cuatro hijas sola.
Me gradué en la Universidad Nacional de Córdoba, en la Facultad de Lenguas. Esta institución me marcó y no para bien. Creo que a veces nos olvidamos de que en la universidad deberían ayudarnos y formarnos en vez de imponer miedo y abusar del poder simplemente por haber estudiado en Harvard o no sé dónde. Aunque aprendí muchísimo, ahí nació mi miedo a hablar en inglés adelante de otros, por la competencia, la mirada de los demás y poco a poco mi autoestima fue bajando pese a que sigo mimándola día a día.
Soy profesora de español para extranjeros, de lunes a sábados me encontrarás enseñando frente a la computadora, leyendo historias para niños y siendo feliz. Por eso siempre digo que aunque la pasé bastante mal en la facultad, encontré los recursos y las herramientas para hacer lo que hago hoy en día: enseñar español a través del inglés.
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